
Y nos quedamos todo pensando ¿Qué pasa si uno hace de la ficción el motor de su vida?
"(...)Hoy me desperté más cansada que de costumbre. La cama era un imán que no me permitía despegarme de ella. Apague el fastidioso sonido que salía de la alarma, sumergiéndome en un sueño provocador, estimulante. La otra Magui, la correcta, la incorruptible, siguió su tan inamovible rutina. Se levantó, se arregló, desayunó y se dirigió a su trabajo.
...Yo, necesito sentirme amada, como la tierra necesita al sol, continúe degustando el apasionado sueño. Donde él, si él, la persona con quien me siento completa, me miró, con sus oscuros ojos como la sombra más profunda. Me rodeó entre sus largos brazo, rozándome la piel con apenas la punta de los dedos, yemas tan ásperas que rasgaban el interior de mi cuerpo.
En el transcurso del sueño, me detuve a pensar en Magui. La veía atendiendo el teléfono, sirviendo café como de costumbre, Y yo disfrutando el más dulce desayuno que jamás habría imaginado saborear. No tengo dudas, yo estoy destinada a perderme, definitivamente, y sólo algún instante de mí podría sobrevivir en la otra. Porque ahí seguía yo, con él, mi milagro personal."
Anabella Ropullo
"(...)Hoy me desperté más cansada que de costumbre. La cama era un imán que no me permitía despegarme de ella. Apague el fastidioso sonido que salía de la alarma, sumergiéndome en un sueño provocador, estimulante. La otra Magui, la correcta, la incorruptible, siguió su tan inamovible rutina. Se levantó, se arregló, desayunó y se dirigió a su trabajo.
...Yo, necesito sentirme amada, como la tierra necesita al sol, continúe degustando el apasionado sueño. Donde él, si él, la persona con quien me siento completa, me miró, con sus oscuros ojos como la sombra más profunda. Me rodeó entre sus largos brazo, rozándome la piel con apenas la punta de los dedos, yemas tan ásperas que rasgaban el interior de mi cuerpo.
En el transcurso del sueño, me detuve a pensar en Magui. La veía atendiendo el teléfono, sirviendo café como de costumbre, Y yo disfrutando el más dulce desayuno que jamás habría imaginado saborear. No tengo dudas, yo estoy destinada a perderme, definitivamente, y sólo algún instante de mí podría sobrevivir en la otra. Porque ahí seguía yo, con él, mi milagro personal."
Anabella Ropullo
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